Los negocios informales aportan el 56 por ciento de la fuerza productiva del país según la Encuesta de Fuerza de Trabajo del Banco Central, la falta de regulación del sector ha permitido que miles de dominicanos prefieran emprender sus propios negocios a tener que trabajar como asalariados.
En la mayoría de las calles del país abundan los trabajadores informales quienes se dedican a vender todo tipo de mercancías, accesorios, frutas, alimentos, bebidas y ofrecer algunos servicios.
Las limitaciones del sector laboral, y el no tener que pagar impuestos ha propiciado que crezcan en todo el país.
Pedro Martínez, quien se dedica a vender pinchos (un accesorio para el pelo) asegura que puede ganarse unos 30 mil al mes como vendedor informal sin tener que cumplir horarios ni sujetarse a un sueldo mínimo.
Sin embargo, lo que podría parecer una ventaja para estos trabajadores termina convirtiendo en un arma de doble filo debido a que los ingresos que perciben no son estables y ante un problema de salud no cuenta con seguro médico.
Los negocios informales han servido de amparo a miles de extranjeros e indocumentados.
La República Dominicana encabeza la tasa de informalidad de la región con un 78 porciento según datos arrojados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el año 2014.