En Santiago, cientos de familias aún deambulan en casas de amigos y familiares, o en clubes comunitarios, porque el auxilio de viviendas que serían alquiladas mientras se responde con un proyecto habitacional, aún no se ejecuta.
En Santiago, según el levantamiento hecho por la Defensa Civil, 144 viviendas fueron destruidas totalmente durante la arrasada de las inundaciones de noviembre. Otras 90, están en peligro de colapsar. La realidad atañe al barrio Mira Flor II, ubicado al norte de la ciudad, donde seis viviendas colapsaron.
La junta de vecinos, gestionó albergar en su Casa Club a los que quedaron sin hogar. Aun hay dos familias alojadas en ella, desde hace casi 2 meses.
María Cristina y Rafaela, que tiene seis hijos, una nacida hace siete días, conviven en un espacio que aunque se percibe amplio, compartido se hace reducido. Sus casas desaparecieron por el bravío arroyo Gurabo.
María Cristina, quedó sin empleo desde iniciada la nueva administración del cabildo, a donde laboraba en limpieza. Su despido, se ejecutó pese a su condición de incapacitada. Tiene 5 hernias en cada disco de la columna vertebral.